Opinión

Un día festivo

El grupo de batucada encabeza la manifestación del Primero de Mayo en Salamanca.

Cada Primero de Mayo es un día festivo y a la vez reivindicativo, de orgullo de lo que somos, orgullo de pertenecer a los que trabajan, a los que lo dan todo para crear una sociedad más justa.

Es innegable que venimos de un año de buenos datos en lo laboral en nuestra provincia, con un descenso significativo del número de parados, un aumento considerable de contratos fijos y una afiliación a la Seguridad Social de récord.

Pero desde la Unión General de Trabajadores no nos olvidamos de los que peor lo pasan: los trabajadores y sobre todo las trabajadoras que hoy mismo están trabajando en precario. Trabajadoras y trabajadores que echan más horas de las que dice su contrato y sin cobrarlas. Personas a los que les roban su tiempo para que disfruten de su familia y de momentos de ocio, tan necesarios para nuestra salud física y mental.

Por todo ello, no podemos bajar los brazos ni un segundo, porque esos derechos se pierden con mucha más facilidad de lo que se ganan. Todavía nos queda mucho camino por recorrer y mucha batalla que plantar.

Esto nos da fuerza para hacer lo que mejor sabemos hacer: luchar por la dignidad de la clase trabajadora y de la sociedad en general. Además, sabemos que la dignidad es mucho más que un buen salario, que permita vivir y no sobrevivir, pero no es solo eso. La dignidad es poder conciliar la vida laboral y la familiar; es trabajar en condiciones justas; es no perder la salud o la vida por trabajar; es tener acceso a unos servicios públicos de calidad; es que las pensiones se revaloricen con el IPC; es poder acceder a una vivienda de calidad y es que quien más tenga, que más pague.

Vamos a seguir exigiendo a las administraciones públicas que vigilen y sean exigentes con las condiciones de trabajo de los trabajadores subcontratados.

Seguiremos reclamando un plan de industrialización para nuestra provincia y unas buenas comunicaciones tanto por carretera como por tren. Pidiendo que se frene el abandono del medio rural. Reivindicaremos una educación y una sanidad públicas y de calidad. No quiero que haya dudas, seguiremos luchando por todo ello. Nunca nos ha temblado el pulso y no nos va a temblar. Está en nuestro ADN.

Ahí estaremos, batallando contra la brecha de género, que hace que nuestras compañeras ganen una media de 6.000 euros menos al año que nosotros y peleando contra la discriminación de las mujeres en las empresas.

En definitiva, luchando por lo que siempre hemos luchado, por conseguir una sociedad más justa para todas y para todos.

Deja un comentario

No dejes ni tu nombre ni el correo. Deja tu comentario como 'Anónimo' o un alias.

Te recomendamos

Buscar
Servicios