Apostamos por el Lunes de Aguas, la Feria de Botijeros, la Navidad, la Cabalgata de Reyes, la Semana Santa, los conciertos de corales en iglesias desconocidas por permanecer cerradas todo el año y, sobre todo, las fiestas de San Juan de Sahagún, que habían perdido arraigo después de la desaparición de los Festivales de España. Recuerdo haber estado en la plaza Mayor, dando diente con diente, viendo una obra de teatro. Los espectadores se llevaban mantas para soportar el frío.
Personas de todas las edades se daban cita en el concurso de cocina que todos los años ganaba Teresa Ledesma, la mujer de Nandi, el bar fogón salmantino que se encontraba en Bordadores, en frente de la estatua de Unamuno. Conozco a la familia desde mis años de residencia en otorrinolaringología. Todos los años, el día de San Blas, don Casimiro del Cañizo, catedrático de ORL, nos invitaba a la cena del patrón en el Nandi. La amistad ha continuado hasta hoy. Las cocineras que se presentaban al concurso, una vez valorados los platos por el jurado, daban a probar sus viandas al numeroso público congregado en la finca municipal de Buenos Aires, donde se instalaban los fogones al aire libre.
En 1986 los festejos se presupuestaron en 44 millones de pesetas, 30 de ellos recuperados con los espectáculos de pago. Se celebraron conciertos del nuevo pop español, Talk Talk, Nacha Pop y Círculo Vicioso, y volvieron a triunfar Víctor Manuel y Ana Belén, Miguel Bosé, Rocío Jurado y la orquesta Mondragón. Disfrutamos con los espectáculos de Martes y Trece, Camarón, Lebrijano, Manuel Barceló, Pep Bou, Patzinger Z y los salmantinos Armando, Nino Sánchez y Rafael Farina.
El festival “Salamanca 86” fue organizado por Radiocadena Española, la Diputación Provincial de Salamanca y el Ayuntamiento. Tuvo repercusión nacional, y fue retransmitido por TVE. Se editaron periódicos especiales para el festival que tuvo lugar en una carpa municipal enclavada en el Recinto Ferial, con capacidad para 7.400 espectadores. En “Salamanca 86” actuaron 8 grupos, seleccionados entre los 500 presentados.
Los espectáculos de las Ferias se descentralizaron. Se utilizaban la plaza Mayor, la de Anaya, San Román, San Marcos y, por supuesto, la carpa municipal. Invitábamos a dar el pregón a personajes destacados del mundo de la comedia y del humor. Recuerdo a Gila, que ya mayor, pocos años antes de su muerte, hizo reír a la concurrencia con sus chistes basados en las llamadas de teléfono al enemigo.