El pasado 19 de junio la Comisión de Sanidad del Congreso ha aprobado por escaso margen (19?18) el Proyecto de Ley que establece la creación de la Agencia Estatal de Salud Pública (AESAP). Aclaro de antemano que, como médico, no puedo entender los 18 votos en contra de su creación después de que este país haya pasado por la pandemia de la Covid.
Más allá del debate político, conviene detenerse a pensar: ¿por qué es tan importante esta agencia?
Lecciones del pasado
Esta Agencia llega con 14 años de retraso: la Ley de Salud Pública de 2011 ya preveía esta estructura, pero nunca se materializó hasta ahora, ni con los gobiernos del PP ni con los del PSOE. Ahora se aprueba en un segundo intento tras haber sido rechazada hace unos meses en esa misma Comisión. ¿Se impone, por fin, el interés de la salud pública sobre el oportunismo político? Ustedes mismos pueden juzgar.
La pandemia de la Covid-19 puso en evidencia nuestras debilidades: infraestructuras insuficientes, datos descoordinados y una respuesta sanitaria que dependía casi exclusivamente de un pequeño equipo del Ministerio. El Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES) fue el eje de la respuesta, pero sin disponer de las herramientas necesarias para anticiparse, coordinar ni movilizar recursos en tiempo real.
La Aesap viene a cambiar eso. Nace con una visión ambiciosa: no solo se encargará de recoger y analizar datos epidemiológicos, sino que promoverá un enfoque interdisciplinar y de “una sola salud”, integrando salud humana, animal y ambiental. Tendrá funciones técnicas de vigilancia, asesoramiento, comunicación de riesgos, impulso a la innovación y formación. Además, será una agencia autónoma, con un director elegido por concurso público, que rendirá cuentas ante el Congreso.
Queda ahora su tramitación en el Senado y la aprobación del reglamento que debe concretar aspectos clave: su sede, presupuesto, estructura interna y su coordinación con las comunidades autónomas. El Gobierno tiene seis meses para hacerlo.
Personalmente, me gustaría ver a las autoridades de Castilla y León, y a todos los partidos políticos con representación en esta autonomía, unirse y luchar conjuntamente para que la sede se ubique en Salamanca, una ciudad con buenas infraestructuras sanitarias asistenciales y de investigación, una universidad con gran desarrollo en el área de Ciencias de la Salud y una comunidad científica de primer nivel que cubrirían las necesidades de una agencia de este tipo.
Un futuro incierto: las pandemias que vendrán
¿Por qué importa crear la Aesap en un mundo de pandemias crecientes? Las razones son muchas, y exceden los límites de una columna, pero al menos puedo destacar cinco:
- Vigilancia proactiva. Fortalecerá una Red de Vigilancia en Salud Pública más ágil, que hoy sigue siendo dispersa y, sobre todo, reactiva.
- Coordinación nacional. Permitirá una respuesta más rápida, cohesionada y eficaz ante emergencias sanitarias en todo el territorio.
- Rigor técnico e independencia. Sus decisiones deben basarse en la evidencia científica, al margen de intereses partidistas. El director será elegido por méritos, no por afinidades políticas.
- Formación y profesionalización. Fomentará la especialización en salud pública, epidemiología y determinantes sociales de la salud, como la pobreza, el medio ambiente o los hábitos de vida.
- Visión global y cooperación internacional. España se alineará con las estructuras europeas e internacionales (como el ECDC, la OMS o la futura Autoridad de Respuesta Sanitaria de Emergencia de la UE), fortaleciendo redes de alerta y respuesta global. Lo sabemos bien: ninguna frontera detiene un virus.
Conclusiones
La Aesap no es un gasto político, es una inversión en seguridad colectiva. Si las pandemias serán más frecuentes, también deben serlo las respuestas eficaces. Y para ello hacen falta instituciones independientes, bien financiadas y profesionalizadas.
El éxito de la Aesap dependerá de que se garantice su autonomía y se la dote con los medios adecuados. Pero hoy, al menos, se ha dado el primer paso.
Ante actuales y futuros riesgos para la salud pública y la economía sería deseable que TODOS los partidos dejaran al margen el oportunismo y las mezquindades políticas del día a día.
En un mundo donde el próximo virus ya está al acecho, construir una herramienta capaz de detectarlo y enfrentarlo no es un lujo: es una necesidad y una obligación.
Miguel Barrueco Ferrero, médico y profesor universitario
El papel de la intelectualidad y la universidad en el momento actual. https://t.co/LcSSKoydeV
— Miguel Barrueco Ferrero (@BarruecoMiguel) June 14, 2025
2 comentarios en «La Agencia Estatal de Salud Pública»
Este es uno de los casos en los que estaría bien trabajar junto al Senado, si este fuera un órgano de representación territorial y desde luego, en el Consejo interterritorial y /o en la conferencia de Presidentes. Aunque sea una Agencia Estatal, dadas las características de nuestro país, es imprescindible trabajar con los territorios. No sé si esto se contempla en la definición de la Agencia que desde luego, es tan necesaria y conveniente. Fue muy útil durante la pandemia.
Independientemente donde pongan la sede estoy completamente seguro que si quieren dar un aviso a toda la población de España en cinco minutos nos podemos enterar todos pero claro tienen que ellos querer que nos enteremos si no nos enteramos es porque no quieren que nos enteremos pero medios para que en cinco minutos se entere toda la población que tenga un móvil los tienen solamente tienen que usarlos