Opinión

Somos más que parecemos

Una familia en medio de un apagón. (Imagen generada con IA)

Consumimos tanta información e imágenes que ya casi nada nos afecta. Su sobreabundancia produce anestesia y promueve indiferencia. Tendemos a priorizar los sucesos negativos y relegar los positivos, inducidos por los medios de comunicación que anteponen catástrofes y conflictos a las buenas noticias, que también las hay. Por algunos, el café perdería su aroma y a nosotros nos quitarían la ilusión y la sonrisa.

Ocurre que las informaciones exageradas, negativas y mentirosas ocupan cada vez más espacio en nuestros pensamientos, nos amargan cada poco y no nos dejan disfrutar de lo bueno que nos rodea. Evidente es que los hay interesados en que interpretemos las noticias a su manera y las tergiversan para condicionar nuestra opinión en su provecho. Manipuladores que pretenden erigirse en el poder real que nos gobierna.            

Pese a esa gente, la verdad espera en cada cosa, se muestra tal que es y no necesita especial conocimiento para comprenderse. Con la verdad, ahora y siempre, se ha desenmascarado a los de las falsas noticias, a quienes inducen a la aversión por el contrario y provocan miedo por el diferente. Paradójico es que en tiempos de tantos conocimientos los haya empeñados en tomarnos por ignorantes. No lo somos y demostrado quedó hace quince días, en que durante la general desconexión eléctrica nos mostramos serenos, cívicos y responsables, mientras la clase política y mandona, continuaba con su particular enfrentamiento e inoperancia.

Licenciado en Geografía e Historia, exfuncionario de Correos y escritor


Aliseda, una puta coja (2018)
Lluvia de cenizas (2021)
Puesto a recobrar el aliento (2023)
Sombras en el jardín (2024)

Deja un comentario

No dejes ni tu nombre ni el correo. Deja tu comentario como 'Anónimo' o un alias.

Te recomendamos

Buscar
Servicios