Opinión

Inmovilismo

Foto: Pixabay

El inmovilismo es consecuencia de la nostalgia, de preferir el pasado al porvenir, del retenerse quien duda y se figurara lo venidero contrario a sus intereses. El inmovilismo contribuye a lo tedioso y repetitivo. Es la pálida manifestación de la aprensión y la impotencia, lo opuesto a la esperanza, la cerrazón a un futuro abierto de par en par, conservadurismo hecho de malestar con los demás y desconfianza en sí mismo.

Durante millones de años hemos evolucionada para sobrevivir, tendiendo a lo que proporciona gratificación y gozo. En constante movimiento, imparables salvando obstáculos, afrontando dificultades, rechazando el inmovilismo, ese que contrae y estrecha en vez de ampliar y despejar.  Atadura que lleva lo entrometido de hacer perder la desenvoltura a la marginación y a lo pasivo.

No es bueno caminar a paso de los que tropiezan y renunciar a vivir mejorando, condición humana de la que surgieron la civilización, el progreso y las grandes obras. La inacción es fatal, conlleva estancamiento y pereza, conduce al conformismo y provoca inutilidad, que en estos tiempos de agitación y cambios políticos, sociales y económicos significa resignación con la situación y aceptación de incompetencias, atropellos y arbitrariedades. La verdad es que no se está para ser condescendientes con los que están ni con los que se espera.

Licenciado en Geografía e Historia, exfuncionario de Correos y escritor


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