Hoy vamos hacer el día como de mariposa entrando por la ventana, obsequiarnos con el regalo de un camino abierto a un mundo benevolente y sea un canto a la buena gente. De ir alzada la cabeza y festejar mayo de la mano de quienes piensan, ven y oyen la maravilla que es la vida. De hacer amigos y poner alegría en el corazón. Día de orillar lamentos, hacer claro lo sombrío y cada náufrago tenga su salvavidas.
Día de poner cara a la pared deslealtades, egoísmos y penalidades. De celebrar haya tanta vida, sol, cielo, mar y pasos seguros que dar rumbo adonde queremos llegar. Gran viaje que nos lleve a seguir creciendo, reunirnos con lo despejado del mundo y poner claridad donde las sombras desluzcan el jardín. Haya loas a la libertad, la buena fe y a todo lo que une las naciones, para que se cumplan sea este un tiempo de bienvenidas que nos contenga a todos, a los de aquí, allí y más allá.
Ahora y siempre, en todas partes y lugares, habitando el campo y la ciudad, hay multitud de gente esforzada y solidaria capaz de enfrentarse a ambiciosos, corrompidos y autoritarios, dispuestos contra los de la calaña que intentan hacer fracasar la avenencia, la honestidad y se malogre el optimismo y la ilusión. Por lo demás, digo que los cínicos y aprovechados están en achacar a los de a pie que se esté perdiendo la confianza en las instituciones, propiciando así el desmantelamiento de lo público.
Licenciado en Geografía e Historia, exfuncionario de Correos y escritor
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