El PSOE expulsó del partido a José Luis Ábalos este lunes, cerrando así uno de los capítulos más traumáticos para el partido en los últimos años. La decisión, que se hizo oficial en la ejecutiva de este lunes, es la crónica de una ruptura anunciada que estalló con el «caso Koldo».
La mecha se encendió en febrero del año pasado, cuando el escándalo por la presunta trama de mascarillas que salpicaba a su exasesor, Koldo García, puso a Ábalos en el ojo del huracán. La dirección del partido le lanzó un ultimátum: o entregaba su acta de diputado o se enfrentaría a las consecuencias.
Ábalos eligió el desafío. Se atrincheró en su escaño y se pasó al Grupo Mixto, un gesto que el PSOE interpretó como la línea roja definitiva. Aquella suspensión de militancia temporal se convierte ahora en una expulsión definitiva.
El movimiento de Ferraz llega, curiosamente, en un momento delicado. La ejecutiva que sella la salida de Ábalos es también la primera que se celebra tras conocerse un informe de la UCO que pone la lupa sobre otro peso pesado, Santos Cerdán.