Opinión

El placer de la conversación

Estudiantes en el campus Miguel de Unamuno. Foto ARCHIVO.

Con la incorporación de las redes sociales al discurrir cotidiano se ha reducido la vida social y han disminuido las conversaciones. Se prefiere, el sumergirse en las profundidades del móvil, Pc o Smart TV, a la interrelación personal. La tecnología nos conecta con lo lejano, pero nos aísla de lo cercano. ¡Con lo agradable que es conversar con los amigos y lo bueno que es escuchar y ser escuchado!

Las relaciones personales con propios y extraños alientan la convivencia y producen bienestar emocional. Manifestar abiertamente disposición y ánimo en conectar con quienes conversar estimula la atención y la satisfacción. Una buena conversación nos hace sentir atendidos, adquirir nuevos conocimientos, aflore nuestra creatividad y propicie la buena relación con los que hablamos.

La necesidad compulsiva de conectarse a las redes sociales motiva trastornos de comportamientos, debilita la comprensión y hace que vivamos por debajo de nuestras posibilidades. Recuperar la costumbre de las conversaciones francas y entrañables hace sentirse a gusto y que nos aumente la autoestima. Bueno es conversar. Reduce el estrés, mejora la generación de ideas, estimula la memoria y refuerza el conocimiento para la toma de decisiones.

Licenciado en Geografía e Historia, exfuncionario de Correos y escritor


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